Las tortugas son animales maravillosos, que guardan más de dos o tres secretos. Por ser una especie tan especial entre los habitantes de nuestro planeta, hoy hablaremos sobre ellas.
1- La naturaleza del comportamiento de las tortugas tiende a la soledad, así tratan de estar siempre, o en la mayoría de las ocasiones. Esta tendencia varía en el caso de las madres, que deben cuidar de sus nidos. Sin embargo, se desentienden de sus crías, una vez que han salido del cascarón.
2- Fueron las tortugas quienes inspiraron las formaciones del ejército romano en la Antigüedad. Al alinear las formaciones y protegerse con los escudos, los soldados romanos lograban una protección altamente efectiva, al igual que el poderoso caparazón de las tortugas.
3- Las tortugas son uno de los pocos animales que poseen un exoesqueleto y también un endoesqueleto. Su caparazón tiene tres partes fundamentales: la parte de arriba, la de abajo y el puente donde se fusionan ambos lados. Y aunque no las veamos, por dentro también poseen costillas, un hueso del cuello y un espinazo, todo bien distribuido debajo de su armazón.
4- Mientras más clara sea la coloración de su caparazón, más cálido es el lugar de donde proceden naturalmente.
5- No pueden nadar, pero pueden aguantar la respiración bajo el agua durante un buen tiempo. Esta característica se explica por el hecho de que son extremadamente tolerantes al dióxido de carbono. Para esconderse dentro de su caparazón, primero deben vaciar sus pulmones. Por esa razón, siempre las escucharemos exhalar cuando se sobresaltan o asustan, y deciden esconderse.
6- Y a la inquietante pregunta de si su caparazón es sensible al tacto, pues sí, sí que pueden sentir cuando se les toca. Sus armaduras protectoras poseen terminaciones nerviosas, por lo que sentirán cada caricia, rozamiento o fricción sobre todas las partes de su peculiar cuerpo. Y, ojo, puede que a veces lo disfruten.
7- Charles Darwin y Steve Irwin cuidaron de la misma tortuga, llamada Harriet, un ejemplar de Galápagos, procedente de la isla del mismo nombre. Esta longeva criatura sobrevivió desde el siglo XIX hasta el año 2006, cuando finalmente sucumbió ante el ataque de un cocodrilo. Habitó durante los últimos días de su vida en el Zoológico de Nueva Australia.
8- Las tortugas alcanzan la madurez sexual con el tamaño, no con la edad. Curiosamente, nunca serás capaz de determinar el sexo de una tortuga hasta que sea mayorcita y alcance determinada talla. Ello varía de una raza a otra.
9- Pueden oler a través de su garganta. Al igual que otros reptiles, las tortugas son capaces de detectar el más remoto de los olores con su garganta o con el cielo de la boca.