Como su nombre lo indica, las aves exóticas presentan elementos de gran atractivo visual, apoyado en colores vívidos e intensos que utilizan para atraer a sus parejas, identificarse entre ellas, o bien, camuflarse con el entorno para alejar a los depredadores.
No obstante, para el hombre, este tipo de aves siempre ha llamado la atención por sus características tan asombrosas, todo un capricho de la naturaleza que se empeña en derrochar creatividad y originalidad entre colores y formas. Pinzones, cisnes, verderones, avestruces, capuchinos, pavos reales y gansos, cada uno de los miembros que integran el selecto grupo de las aves exóticas, han sido de una forma u otra domesticados o adaptados a la vida con el ser humano, incluso algunos canarios obtenidos a partir de cruzamientos selectivos pueden considerarse exóticos por la belleza de su plumaje.
En muchas regiones del planeta, las aves exóticas han logrado adaptarse a la vida en cautiverio, pues de otro modo no tendrían posibilidades de sobrevivir de manera silvestre en la naturaleza. Junto al atractivo de estas aves, destacan además otras características comunes, como puede ser su pico corto, ligeramente curvado y elevado, su impresionante inteligencia, y el hecho de que habiten mayormente en zonas tropicales y subtropicales de nuestro planeta.
Principalmente, las aves exóticas pertenecen al orden de los sitácidos, y su alimentación consta de semillas, granos, flores y pequeños insectos. A continuación, exponemos una breve lista sobre las aves exóticas más hermosas y peculiares que podemos encontrar en la naturaleza.
Listado de aves exóticas
Loro arcoíris: El loro arcoíris es una muestra fiel de lo creativa que puede tornarse en ocasiones la naturaleza. Su cuerpo, bañado con colores azules, naranjas, amarillos, verdes y rojos, es una verdadera fiesta para los ojos de quien le contempla, una característica distintiva de la cual toma su nombre tan peculiar. El loro arcoíris posee un área de distribución que engloba los territorios de Timor, Australia, Nueva Guinea, Indonesia y las Islas Salomón. Como hábitat, prefiere las selvas y regiones boscosas, donde se conforman grupos de hasta 20 ejemplares.
Grulla coronada cuelligrís: Pertenece al orden de las gruiformes y es muy común en el África subsahariana, habita en regiones llanas, sabanas y pantanos, donde se alimenta de anfibios, insectos y vegetales. Su gran altura, unido a un par de alas blancas y negras, una bolsa gular roja y una cresta dorada en la parte superior de su cabeza, le otorgan el merecido nombre de grulla coronada, una especie de ave realmente exótica y hermosa. Durante su vuelo, las manchas de sus alas pueden ser observadas con facilidad. Toda una exhibición majestuosa.
Faisán dorado: El faisán dorado se enmarca dentro del orden de las galliformes, y su clasificación como ave exótica toma lugar gracias a la variedad de colores que adopta en su plumaje. Mientras las hembras muestran un color pardo apagado (un rasgo que les permite pasar desapercibidas ante los depredadores), los machos exhiben con acierto un color rojo vino intenso en su plumaje, coronado con una cresta dorada, una espalda verde y amarilla, y un par de alas azules. Sin duda, una especie asombrosa.
Quetzal mesoamericano: Se le conoce además como quetzal guatemalteco, y su nombre científico es Pharomachrus mocinno, pero lo más llamativo de esta ave, perteneciente a la familia de los trogones, es sin duda la disposición de colores que muestra en su plumaje, con colores verde intenso, azul, oro y rojo carmesí. Además de ello, la cola del quetzal mesoamericano es otro rasgo de admiración, ya que puede alcanzar los 70 cm de largo. Se distribuye principalmente desde el sur de México hasta Panamá y se alimenta de frutas, reptiles e insectos.
Cardenal norteño: Dentro de las aves exóticas de nuestro planeta, el cardenal norteño es una de las más admiradas y populares. No sólo su plumaje rojo, su máscara negra en el rostro y su esbelto cuerpo le confieren a esta ave una belleza singular, sino también su habilidad para el canto. Capaz de interpretar diversas melodías, el cardenal rojo es un ave representativa de muchas regiones, especialmente en América Central y parte de los Estados Unidos. Las hembras no poseen una coloración tan vistosa, pero el macho, mientras más rojo sea su plumaje, más posibilidades tendrá de aparearse.
Frailecillo atlántico: Conocida además con el nombre de frailecillo común, esta ave de nombre científico Fratercula arctica y perteneciente a la familia de los caradriformes, posee un aspecto que se asemeja mucho al de un pingüino, aunque su rasgo más distintivo es sin duda la coloración tan llamativa de su pico, con tonalidades que van desde el naranja brillante en un extremo hasta el gris pizarra en el otro. Además, el frailecillo posee patas de color naranja, pequeñas crestas amarillas en el rostro y ojos con forma semi-triangular. En fin, todo un espectáculo digno de contemplar.
Martín pescador común: También recibe por nombre alción, y se trata de un ave pequeña muy abundante en los ríos y lagos de Eurasia y África. A pesar de su corta envergadura (7.5 cm), el pico del alción es bastante largo (15 a 19 cm), lo que junto a su cabeza achatada y un plumaje de color turquesa con rasgos verde metálico y vientre naranja, le confieren un aspecto muy singular y bello. No obstante, esta combinación de colores le sirve para camuflarse en la naturaleza de un modo sorprendente.
Inseparable de Namibia: Se engloba en el orden de los psitaciformes, y su área de distribución comprende gran parte del suroeste africano. En su cuerpo de 15 cm, toman lugar algunos colores, ya que además del verde predominante, también podemos encontrar una cabeza de color salmón y la punta las alas y colas en tonalidades azules y negras. El inseparable de Namibia es un animal muy social, por lo que avistar varios ejemplares reunidos en un mismo espacio es bastante común.
Abejaruco carmesí: Junto a los momotos, las cacarras y los martines pescadores, el abejaruco carmesí forma parte de la familia de los coraciformes. Estas aves se caracterizan por un plumaje carmesí en todo su cuerpo, a excepción de la corona y la garganta que son de color azul verdoso, y las mejillas y el vientre que poseen un color azul turquesa. El antifaz negro que presentan en su rostro es otra característica distintiva de estos animales, nativos de los humerales y pastizales del continente africano.
Abubilla: Se trata de una especie solitaria, territorial y de hábitos diurnos y migratorios. En algunas regiones de España se conoce con otros nombres como gurgute, cucuta, apupu o bubela, pero en cualquier caso se trata de una especie cuyo plumaje presenta un color pardo o canela oscuro, que combina a la perfección con alas listadas en blanco y negro. Además, presenta un penacho de plumas eréctiles muy hermoso, y se alimenta de grillos y escarabajos. La abubilla ha sido admirada por el hombre desde tiempos remotos de la civilización.